Una venta de liquidación ocurre cuando una compañía o individuo quiere generar algo de efectivo. Una empresa o tienda puede realizar una venta minorista de liquidación en la que toda la mercancía está disponible. En el caso de que una persona deba liquidar, como en una liquidación de quiebra, todos los activos que pertenecen a esa persona generalmente se incluyen en la venta. Algunas veces una corte de justicia ordena una liquidación, y otras veces es voluntaria. Por lo general, representa una falla de algún tipo y si habrá una continuación de un negocio en liquidación dependerá de las circunstancias.
Cuando una tienda minorista se declara en bancarrota, existen diferentes escenarios que podrían seguir. Podría haber un plan de reorganización que apuntará a reconstruir el negocio y sus finanzas a un escenario operativo saludable. En el otro escenario, el negocio podría no ser rescatado, lo que llevaría a una venta de liquidación. Lo más probable es que los puntos de venta al por menor anuncien y comercialicen esta venta fuera del negocio, y toda la mercancía restante se venderá en las tiendas.
Los compradores deben ser conscientes de que toda la mercancía no suele etiquetarse con un descuento considerable, al menos para comenzar. El minorista puede comenzar con el precio de lista del artículo, que en algunas condiciones puede ser más alto que antes de que comenzara la venta. A medida que pasa el tiempo, si alguno de los artículos permanece sin vender, los precios se reducirán gradualmente. El efectivo generado por la venta generalmente se dirigirá a los acreedores de la empresa en quiebra.
Una venta de liquidación personal se produce cuando no se espera que un individuo en bancarrota regrese a la solvencia. Similar a una liquidación minorista, los fondos recaudados de la venta de activos se dirigirán a los acreedores para que al menos se reembolse algo de dinero. Un juez de bancarrota podría designar a un administrador designado por el tribunal para administrar la venta de artículos y el pago posterior a los acreedores en nombre del deudor individual. Los activos que se venden, como una casa o un vehículo, generalmente se venden con un fuerte descuento para generar al menos algo de efectivo.
Un gobierno también podría patrocinar una venta de liquidación. Esto podría ocurrir en un entorno similar a una subasta y podría incluir la venta de artículos excedentes que van desde piezas de aviones y material de desecho hasta accesorios de computadora. El proceso de subasta podría ocurrir en línea en un proceso de licitación programado, y los compradores a menudo incluyen pequeñas empresas nuevas y en expansión.